miércoles, 29 de agosto de 2007

De fútbol y machos

Eso de que en el futbol no hay putismo es mentira. Hay, de hecho, bastante. Ya son un clásico los rumores de "una gran amistad" entre Islas y el polaco Arzeno, siempre se habló del mono Navarro Montoya y sus jeans Vanquish, y también de otro polaco, en este caso Bastía, y su compañerismo con Fantino.
Pero bueno, hoy les traigo una historia fresquita, que me contó -asegurando que venía de fuentes confiables- mi buen amigo B.
F.N. salió de Boca, y después de pasar por un par de clubes, llegó a Grecia (Olimpiakos, Panatinaikos, da lo mismo). Al año siuiente, volvió a jugar a la Argentina, en Unión de Santa Fe. Para dejar las cosas bien en claro, y evitarse las constantes jodas colegiales de sus compañeros, el primer día que llegó al club, F.N. juntó a todos sus compañeros en el vestuario y les dijo:
"Bueno, les aviso desde ahora, yo de Grecia me traje un novio, y al que le molesta, que me lo diga en la cara que lo cago a tortazos".